Severo Blanco desea enriquecerse a cualquier precio. Con oídos atentos logra arrancarle a un ebrio y moribundo capitán el secreto para llegar a Sóngoro Cosongo, tierra en la que abundan tesoros. Así comienza a cumplirse la revelación que le hiciera años atrás una gitana: “Llegarás tan lejos como quieras y serás tan rico como deseas. Nada podrá detenerte, ni siquiera tu propia desgracia…”