En Cazucá el agua es escasa. Se hacen largas filas al frente de los carrotanques. Los habitantes de la comuna deben enfrentar arduas caminatas bajo un sol inclemente. Ellos soportan en las manos el peso de los galones donde llevan el agua para sus casas. No debería ser así, pero muchas personas en el mundo deben ir por agua potable, que se convierte en un lujo y en supervivencia para familias enteras.