Esta es la historia de Fabio, de sus miedos y sus olvidos; de su desconfianza de los adultos, desconfianza que comparte y crece en el diálogo con ''Malicia'', su anciana vecina. Ni Fabio ni su padre quieren que la buseta que este conduce por toda la ciudad deje de ser provisional; si dejara de serlo, Fabio no podría acompañarlo en los recorridos, recoger la plata y dar las vueltas mientras su padre le habla sobre los lugares que recorren, sobre la gente que se sube al bus, sobre Bogotá. Un personaje entrañable, una historia de seres que sobreviven en una ciudad difícil pocas veces narrada. Acompañada de un relato gráfico sorprendente y comprometido de la Bogotá contemporánea.